El pasado 23 de junio Ingrid Betancourt pronunció un discurso profundo, humano, tremendamente duro, que estuvo lleno de palabras que muestran la grandeza de las víctimas y el dolor inmenso que dejó la guerra en la sociedad, entre lágrimas quedo claro un concepto; el acuerdo de Paz es un camino difícil, pero es la salida real a la barbarie que en el caso de Villavicencio dejó mas de 120 mil víctimas del conflicto, y transformó la ciudad rompiendo su barrera urbana, concluyendo en dinámicas que aun hoy es necesario trabajar para superarlas.
La cotidianidad de la vida se deshumanizó en la realidad del dolor de las familias que cargaron el peso del conflicto, más allá de eso, la transición hacia su nueva normalidad se dio en la dureza del desplazamiento a la marginalidad en la ciudad, su lucha conllevó a que los territorios sufrieran cambios, familias llegaron, se asentaron, tomaron posesión de la tierra, como respuesta a la violencia y a la necesidad humana de seguir adelante.
La violencia rondó el campo y en la ciudad el territorio fue transformado por los sobrevivientes, se crearon asentamientos en búsqueda de refugio como respuesta al desplazamiento, lucharon miles de familias, siguieron sufriendo en la marginalidad, pero lograron en muchos casos tranquilidad después de la tragedia, construyeron su historia como migrantes, se adaptaron a su nueva realidad, resistieron.
En Villavicencio en el 2001 la estructura predial del Municipio la conformaban 99.372 predios, en el año 2012 la cifra ascendió a 131.682 y en el 2020 el número llegó a 199.256 predios (IGAC). Entre 2001 y 2015, el número de predios se multiplicó 1,7 veces y su crecimiento anual promedio fue del 4%, lo cual da cuenta de la dinámica de crecimiento urbano; la migración fue real, el desplazamiento transformó la ciudad, Villavicencio creció, pero indudablemente el territorio carecía de los servicios suficientes para garantizar una vida digna, la estabilidad la lograron las familias, transformando su vida, acoplándose a la dureza de la marginalidad.
Los asentamientos de origen informal, muchos de ellos fundados y hoy habitados por familias víctimas del conflicto, en algunos casos se encuentran localizados en áreas de franjas de retiro de fuentes hídricas y en áreas aledañas a los planeamientos urbanísticos de los planes parciales. Los planes parciales, están localizados en las comunas 4, 5, 7 y 8, ocupando un área de 1.010.7716 hectáreas (Secretaría de Planeación de Villavicencio), mientras que los asentamientos humanos de origen informal localizados en suelo urbano y de expansión urbana ocupan cerca 767 hectáreas; es decir que el área ocupada por los asentamientos informales está muy cercana al área habilitada para desarrollo urbanístico por parte de los planes parciales.
El Plan de Desarrollo Villavicencio Cambia Contigo, recogió esta realidad y postuló una serie de acciones encaminadas a transformarla, a su vez establece como, desde las competencias del gobierno local, se puede aportar a la implementación del acuerdo de Paz; Un ejemplo de esto, son los avances en la titulación en bienes fiscales, donde cerca del 36% del total logrado beneficia a víctimas del conflicto armado, el derecho a la ciudad esta reparando al territorio.
El derecho a la ciudad es uno de los programas del plan de desarrollo, una estrategia central que consolida avances sustanciales en pro de superar esta situación, es claro que legalizando barrios y logrando titular predios se repara el territorio y sus comunidades, el clamor de Ingrid Betancourt en Villavicencio es escuchado, entender de forma holística como superar esa realidad, es un factor diferencial que permite tener una ruta para lograr garantías de no repetición.