El debate alrededor de la reforma tributaria es necesario, la función de los impuestos no solo es captar recursos, también tienen la posibilidad de incidir en la economía, por ello un camino en el análisis del posible nuevo esquema tributario, es una revisión sectorial; La construcción debe tener un tratamiento diferencial, es un sector que claramente impulsa la economía, que responde a una demanda social y que tiene retos importantes para su sostenibilidad.
El sector construcción sirvió como un eje que apalanco la reactivación económica en muchas ciudades, lo he mencionado antes, su importancia radica en que las actividades de construcción y generación de vivienda son fundamentales en la economía, es un sector que tiene encadenamientos productivos y eso demuestra que en ciudades con un portafolio económico básico (Comercio y servicios) se posiciona como un actor central para la economía.
Actualmente el sector se enfrenta a variables exógenas que afectan su sostenibilidad, el Índice de Costos de la Construcción de Obras Civiles elaborado por el DANE muestra que entre diciembre de 2021 y mayo del 2022 el precio de los materiales ha aumentado un 8,56%, esto se argumenta en incrementos en los costos de materiales como el acero que subió un 65,7%, el asfalto con un aumento del 25,7 % y el cemento con una variación positiva del 9,8 % según cifras de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI)
En el país existen déficits cuantitativos de vivienda en ciudades intermedias como lo es Villavicencio, cerca de 20.000 hogares que demandan vivienda en esta capital (Dane, cálculos propios), pero actualmente la producción de este bien se enfrenta a un escenario complejo; Aumento de tasas de interés como respuesta del Banco de la Republica para enfrentar el proceso inflacionario, lo cual encarece el crédito principal forma de adquisición de vivienda, sumado a un contexto incierto en el ámbito productivo con el aumento de los costos de sus insumos, crean un escenario difícil donde el gobierno nacional puede brindar salidas a través de la reforma tributaria, viendo el paradigma tributario desde una óptica sectorial.
Es posible y realizando un análisis que permita medir la producción marginal de viviendas, VIS (Vivienda de interés social) y VIP (Vivienda de interés prioritario) vivienda de bajo costo, generar un marco normativo que incentive este segmento, actualmente existen exenciones, la dificultad recae en su efectividad en la aplicación de los beneficios propuestos y la orientación a que el precio de la vivienda baje.
El gobierno anterior logro una política de vivienda que rindió frutos, el nuevo gobierno así lo ha reconocido y también ha manifestado continuar con ella incluyendo unos cambios, uno de ellos puede ser fortalecer el tratamiento diferencial al segmento VIP y VIS orientando las exenciones hacia los territorios con altos déficits cuantitativos y con una necesidad de procesos de reasentamiento, ajustando lo dicho en el numeral 4 del artículo 235 del estatuto tributario actual, con una propuesta de exenciones escalonadas por territorios, orientadas a bajar el costo de la VIP y VIS, al igual que un fuerte esquema que beneficie los procesos de reasentamiento por condiciones de riesgo, renta cero si es necesario en este caso para todos los pasos del proceso constructivo, estamos hablando de vidas en este punto, por las condiciones actuales dadas por el cambio climático.
En el debate abierto por la propuesta de reforma tributaria se debe escuchar apuestas de todos los sectores; Construir vivienda es una respuesta integral al escenario actual de la economía, al igual que es un camino para combatir la pobreza, una esperanza para más de 20.000 familias en Villavicencio, el esquema propuesto es uno que nace del dialogo con actores del sector que ven con dificultad la incertidumbre actual, ser audaces puede ser la respuesta contracíclica para empezar el cambio con el pie correcto.