El Meta observa como su producto estrella tiene una caída presurosa en su precio, el petróleo en el mundo ha cambiado su tendencia, y las economías globales se encuentran atónitas frente a un proceso que parece no tener marcha atrás.
Una presurosa variación negativa en el precio del petróleo, que nace de la sobre oferta mundial, donde algunas de sus causas se dan en el impulso de la explotación norteamericana, la posición férrea de no alterar la producción por parte de Arabia Saudita y la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) la baja demanda europea por su escenario económico actual y el enfriamiento en el crecimiento de la economía china, variables que en su conjunto ubican en la última semana en promedio, la cotización del barril Brent en 48 dólares, y el barril WTI en 47 dólares, atrás quedaron los beneficios del precio superior a los 100 dólares.
Si revisamos las cuentas nacionales presentadas por el DANE, el peso de la industria de hidrocarburos en el Meta es bastante considerable, la relación con el total de la economía departamental, para el año 2013, superó el 69%, ubicándose por encima de la construcción, segundo sector económico de la región, que solo aporto al PIB del Meta un 7% del total, pero no solo su participación es importante, el crecimiento desde el 2002 ha sido exponencial, el sector petrolero aumentó su tamaño 39 veces frente a su condición inicial, el resultado es una transformación evidente en el escenario productivo regional.
Al revisar la balanza comercial, el peso de la industria petrolera sigue siendo relevante, a nivel nacional según cifras de la dirección de impuestos y aduanas nacionales – DIAN – las exportaciones consolidadas de enero a septiembre de 2013, fueron un monto de 43.767 millones de dólares, donde el sector minero y específicamente la extracción de petróleo crudo y gas natural, presentaron una participación del 47%, 10 veces el monto del sector agropecuario, y 10 puntos porcentuales arriba de la industria nacional, dentro del departamento el comportamiento regional supera el escenario nacional, en el 2013 las exportaciones de petróleo y gas cuyo origen se dieron en el Meta representaron el 99% del total territorial, frente a un incipiente 0,01% de la producción agropecuaria, sector que un día fue el motor de la región.
La situación de las exportaciones con relación a una constante producción por el modelo extensivo petrolero, frente a la caída actual del precio, deja en aprietos a la economía regional, donde si tomamos las palabras del profesor Joseph Stiglitz, los buscadores de rentas que tienen como objetivo su mayor utilidad, actuaran frente a una afectación en su ingreso, con una reducción de sus costos, iniciando con la planta de personal, situación que ya ocurre en empresas como Pacific Rubiales.
Mucho se ha comentado sobre el escenario anterior, una economía enfocada en un producto con poco valor agregado, donde el comercio del contexto general reducido a esa industria afecta los demás sectores, lo que algunos ubican dentro de la condición conocida como enfermedad holandesa, en parte en el Meta puede estar ocurriendo una variación de ese fenómeno.
Un termino acuñado en los años 60 en los países bajos donde el supuesto es el aumento constante y sostenido de la comercialización de un producto sobre el portafolio general de la economía estudiada, donde en el caso Holandés, se dio por el aumento en la producción de gas natural extraído del pueblo de Slochteren, en la provincia de Groninga, cerca del Mar del Norte.
El aumento en la producción de gas, ocasionó un escenario donde el ingreso de divisas resultado de la mayor comercialización de ese producto, generó una revaluación de la moneda holandesa, afectando la competitividad de los demás sectores; En el Meta encontramos que la competitividad y el aislamiento de los otros sectores no se da solo por elementos de tipo cambiarios, la especulación generada por el crecimiento exponencial del sector petrolero, concluye en un deterioro paulatino del aparato productivo regional.
Con todo y lo anterior el Meta aun presenta un gran potencial en la industria petrolera, es un sector que si aceptamos los pronósticos de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) volverá a ubicarse como un negocio rentable, amanecerá y veremos, pero mientras esa posibilidad sigue en el tintero, es necesario revisar el escenario regional, analizar el portafolio de sectores económicos, impulsar la construcción de valor agregado en el agro y en el turismo, fomentar la industria limpia, promover incentivos para la nueva empresa, en pro de que la sumatoria de todo lo anterior, logre quitar peso a una afectación que ya se encuentra a la vuelta de la esquina.