Miles de personas siguen en las calles, siguen alzando su voz, siguen sumándose a la consigna de cambio; De forma pacífica cada día que pasa consolida un mensaje, el gobierno nacional debe entender que esta movilización paso a un nuevo nivel, la espontaneidad quedo atrás, el nacimiento de un proceso de formación política liderado por jóvenes que debaten, que encuentran en las ideas su impulso, en el activismo y en las redes sociales, constituyen un espacio de transformación profunda del modelo económico y social.
Esta realidad se da en un contexto de presión social que se viene formando de tiempo atrás, las últimas reformas tributarias son recordadas por la profundización de la inequidad, por la consolidación de un modelo desigual que golpea con dureza; Las finanzas públicas de Colombia son soportadas principalmente en el IVA que tiene un peso del 5,67% del total del PIB (2021), un impuesto regresivo que grava los bienes finales, y donde su tarifa es igual sin diferenciar niveles de renta, este concepto evidencia una clara afectación a la población con menores ingresos, es un tributo que tiene efectos sobre los precios finales de los productos y limita la participación de algunos bienes en el mercado, al aumentar el precio de insumos y así los valores dados a los consumidores.
La retirada reforma abrió las puertas a la discusión sobre este tributo; En uno de los países más desiguales del mundo, el más desigual de Latinoamérica según el informe del Índice de Desarrollo Regional para Latinoamérica (Idere Latam), un impuesto como el IVA claramente profundiza la desigualdad, al punto que la Comisión Expertos En Beneficios Tributarios en su informe le brindan un acápite especial a este regresivo tributo.
La mesa número uno del informe realiza un análisis profundo al tributo, brindando un especial énfasis en la necesidad de transformar su modelo de captación y redistribución del recurso, en el documento se postulan conclusiones para tener en cuenta:
“La razón principal para introducir una estructura de tarifa diferenciada es la promoción de la equidad. Los países generalmente han optado por disminuir la carga tributaria sobre los bienes y servicios que componen un porcentaje mayor de gastos de los hogares más pobres (por ejemplo, alimentos básicos, agua)” Informe de la Comisión de Expertos en Beneficios Tributarios – Colombia 2021.
En Colombia, el sistema actual lo que busca es un mayor recaudo de forma eficiente, es necesario, más aún cuando las necesidades se multiplicaron por la pandemia, pero esa concepción facilista de solo aumentar o modificar el régimen de IVA en cada reforma genera una distorsión en los precios y se constituye en una barrera para la innovación en cada etapa de las cadenas productivas.
Sumado a lo anterior, la noción regresiva del IVA se consolida en su concepción básica, su tarifa es igual para cada individuo, por lo tanto, lo que paga por ese tributo, una persona que gana un salario mínimo y destina la mayor parte de su renta a bienes de la canasta familiar, es lo mismo que paga una persona de grandes ingresos, una clara noción de desigualdad social resultando así en una imposibilidad de cruzar escaños sociales.
Las movilizaciones están en un momento de debate, de asambleas populares, de consolidación de la propuesta, día a día las demandas sociales fortalecen un discurso propositivo, por lo tanto, si la sociedad lo exige y los argumentos económicos lo sustentan, es el momento del cambio en el régimen tributario, el IVA puede transformarse, es hora de la equidad tributaria.